sábado, 5 de febrero de 2011




En general Francia es un país donde se puede adquirir de todo. Siempre ha sido zona de tránsito para muchos productos, especialmente para aquellos que tengan que ver con la belleza, la decoración, la moda, la cultura y los placeres del paladar.

En general, los establecimientos comerciales incluyen en sus precios el IVA, conocido en Francia como VAT. Los extranjeros tienen derecho a que les sea reembolsado. Un descuento por exportación, del 20 al 30% es posible si la compra en un mismo establecimiento supera los 2.800 francos, para los extranjeros de países miembros de la CEE y los 1.200 francos si el país de procedencia no pertenece a la Unión Europea, aunque este también dependerá de los artículos que se hayan seleccionado. Los precios en las tiendas son definitivos y no se regatean, pero en los mercados se puede poner a prueba las habilidades de todo buen comprador.

Compras en París

Si ir de compras es un placer para usted, en este país podrá hacerlo con gran deleite. En París podrá encontrar una enorme cantidad de tiendas con diversos productos, desde los más sencillos y ordinarios, hasta los más especializados y extravagantes. Antes de iniciar las compras es necesario decir que en la esfera parisina la Orilla Derecha suele contener las casas más exclusivas y tradicionales de alta costura, galerías de arte y antigüedades, grandes almacenes y tiendas de lujo. La Orilla Izquierda, en cambio, guarda celosamente sus grandes librerías, pequeñas tiendas artesanales y galerías vanguardistas. Sin embargo, en ambos lados hay tiendas exclusivas y de altos precios conviviendo en armonía con las tiendas más accesibles y modestas.

En general, la actitud de los vendedores solo es amable cuando el cliente no anda a tientas y sabe lo que quiere; además, siempre es mejor atendido quien tiene la delicadeza de saludar primero. En los grandes almacenes existen empleados instruidos especialmente para atender a los clientes extranjeros. Galerías Lafayette y Le Printemps son dos de las mejores tiendas de ropa, porcelanas, equipaje y perfumería. Les Printemps, cuenta además, con un magnífico departamento de juguetería y lencería.

Samaritane, en las cercanías del Pont Neuf, sobre el Sena, es una peculiar tienda que ofrece más de 52 uniformes de trabajo. Si lo que desea es encontrar buenos libros y buena música, los almacenes fnac, de estilo moderno, se los ofrecen con gran calidad.

La moda nació en París y a pesar de que se ha trasladado a Tokio y Nueva York, París sigue siendo el centro artístico de la moda. En cada estación del año se realizan majestuosos desfiles con las top model del momento y París se convierte en un escenario constante de actividad con visitas de personajes del mundo social y económico. En París están presentes las más prestigiosas firmas de moda como Dior, Givenchy, Saint Laurent, o Channel. Comprar en una tienda de alta costura o 'pret a portér' es privilegio de unos cuantos, pero asomarse a sus escaparates es una posibilidad más democrática.

La Orilla izquierda tiene por tradición, en Saint Germaine des Prés, grandes y pequeñas librerías, tiendas de ropa especializadas y el escaparate de la moda 'chic' con las boutiques de Sonia Rykiel y Charles Jourdan. La Rue de Saints Pères está cubierta por zapaterías y establecimientos de telas y en los alrededores de la Rue de Rennes se pueden encontrar tiendas de varios artículos de moda a precios muy accesibles. Subiendo hacia Montparnasse, se pueden encontrar grandes almacenes que ofrecen buenos productos a precios adecuados.

El Forum des Halles, antiguo mercado popular al este del Palais-Royal, fue convertido en un moderno centro comercial que alberga múltiples tiendas de ropa, zapatos y souvenirs entre otras cosas. En sus alrededores, cerca del Palacio de la Opera, la Rue Faubourg Saint Honoré alberga las tiendas más caras y exclusivas de joyas, pieles y alta costura.

Francia es un sitio inmejorable para la búsqueda de antigüedades. Hay tiendas muy prestigiosas en la Orilla Izquierda, así como mercados populares en las afueras de la ciudad, especialmente los sábados, donde se pueden encontrar los clásicos soldaditos napoleónicos de plomo, muñecas e instrumentos musicales. El Mercado de Biron es especialista en antigüedades de muebles y arte, sus precios son muy inferiores a los de las grandes galerías en tanto que su calidad es buena. Malik es el mercado que ofrece más diversión ya que su especialidad son los vestidos, joyas, trajes, uniformes, recuerdos de la Belle Epoque y la Primera Guerra Mundial. En cambio, si lo que busca es Art Nouveau, Jules Vallés es el mercado ideal. Si lo que quiere es llevarse a casa una obra de arte, pruebe a mirar y comprar en Montmartre con los pintores que se instalan en las aceras, aunque hágalo con firmeza y cautela ya que es una zona de mucho tránsito.

Los amantes de la lectura también tienen un paraíso en París. A lo largo del Sena se colocan libreros de segunda mano que en la actualidad ofrecen más bien periódicos y revistas de época. En cuanto a libros, Reiffel es el sitio adecuado para buscar curiosidades y antigüedades.

Los perfumes son un exquisito regalo de París al mundo. Hay varias tiendas especializadas en ambos lados de la ciudad, pero no se ilusione demasiado con los precios, ya que son muy similares a los precios del resto de Europa (en algunos casos más caros).

Los quesos, embutidos y vinos son extraordinarios recuerdos que llevar de Francia. Le aconsejamos que busque empaques que, además de belleza sean seguros en cuanto al transporte y conservación de los alimentos.

Mercados en París

Los mercados son un espectáculo que no es aconsejable perderse, aún si no tiene intención de comprar. Coloridos, bulliciosos y con el aroma de París, hay cuatro mercados en donde podrá deleitarse con las escenas de vida que allí se representan día a día: el de la Rue Mouffetard, que abre martes, jueves y sábados; el de Rue de Bucci, que está abierto todos los días, excepto los lunes; el de la Rue Daguerre y el de Lepic, abren diario y descansan los lunes. En Ile de la Cité se coloca un mercado especializado en flores y plantas; es un verdadero despliegue de colores, aromas y rumores que el viento dispersa por todo París. Este mismo mercado floral sorprende los domingos al convertirse en un mercado de pájaros.

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